10.2.11

A POCOS LES GUSTA QUE LES VENDAN PERO A MUCHOS LES GUSTA COMPRAR

Céline Lebreuil. Experta en Ventas.
Saber asesorar es realmente lo que nos interesa hacia el cliente, la venta se hará de manera natural y será únicamente el resultado de saber asesorar la belleza.

VENDER ES ASESORAR EN LA COMPRA.

ASESORAR ES COMUNICAR adaptando su comunicación al nivel del entendimiento del cliente.
Los problemas en la comunicación vienen por no entender o no aceptar que el interlocutor tenga otra visión que la suya propia.

Imagina que la REALIDAD de cada uno es lo que ve a través de unas gafas únicas.
Al no tener estas mismas gafas y entonces al no percibir lo mismo no entendería la realidad del cliente.
Asesorar a un cliente es “ponerse sus gafas” para entenderle totalmente afín de proponerle la solución a lo que busca y no proponer lo que a uno le parezca correcto según sus propios criterios (profesionales).
Cada cliente tendrá varias motivaciones de compra. Al entenderlas, la comunicación se transformará de manera que el cliente le haga la pregunta tan esperada:
¿Qué me recomiendas?

La comprensión por parte del profesional de varios factores definiendo el cliente, creará un tal ambiente de confianza, de seguridad y de profesionalismo que nunca el cliente se sentirá “forzado” sino al contrario, afortunado por los consejos que le aportará el profesional.


Por ejemplo a un cliente que tiene como motivación la economía, se le resaltará los aspectos: “2 en 1” del producto, de la rentabilidad de un bono, de un costo diario mínimo, etc.
Pero este enfoque se dirigirá solo y exclusivamente por este tipo de cliente y no se debe considerar como argumento adecuado para todos los clientes.

Por otra parte la tipología del cliente se tendrá que definir de la misma manera que las motivaciones.
El cliente en función de sus experiencias de vida, su educación, su entorno socio cultural y muchos más factores, se comporta según un perfil psicológico: la tipología del cliente.
Esta tipología se puede definir por un comportamiento más racional o más emocional.
Esta tipología se tendrá que reflejar en nuestras actitudes hacia el cliente.

Todos los procesos de la comunicación, tanto verbal como la no verbal, nos permitirán sacar estas informaciones: clave para el asesoramiento acertado.
Nuestra actitud personalizada a cada cliente tiene que ser el resultado a este análisis profundo del cliente para enseñarle que descubrirle es crear 1 proyecto con él: alcanzar los resultados esperados.

Siempre se tiene que poner un objetivo para poder alcanzarlo.
El de los profesionales del asesoramiento de la belleza es satisfacer a su cliente, lo que es sinónimo de fidelizar a su cliente con los servicios y los productos utilizados en casa.
Observar lo que realmente el cliente quiere y asesorarle es solo una cuestión de proponérselo…

A pocos les gusta que les vendan pero a muchos les gusta comprar y más cuando se trata de lo que busca…

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