Es la acción simultánea de varias conductas, refugiándose especialmente en una. El ejemplo más típico es ver una película mientras se come y se bebe, sin demasiada consciencia de lo que se come y lo que se bebe.
Se utiliza la comida como un chupete, como algo que nos da placer y a la vez, nos aisla.
O la canalización de un disgusto, o una alegría, o un nada en especial en un objeto.
Se trata de buscar lo mismo que busca el bebe al chupar del chupete, un consuelo, una distracción, una ocupación… mientras no llega lo que realmente quieres.
La industria de la alimentación ha sabido sacar muy buen partido del ansia ancestral de negarnos a aceptar lo que ha ocurrido, refugiándose en otro algo, en otro algo que nos consuele. Atracón
"Estoy peor que antes"
El final de las conductas chupete suelen acaban en atracones, ingestas indiscriminadas de grandes cantidades de comida, buscando el propio daño. Son episodios donde no importa demasiado ni la calidad de la comida, ni el orden de los platos (postres, primeros platos, segundos platos, mezcla continuada de dulces, salados o ambas a la vez. Se realizan con el único objetivo de conseguir un estado de somnolencia, parecido al del abuso del alcohol.
Una nueva oportunidad